domingo, 2 de septiembre de 2007

Chapter I


5 semanas habían pasado ya desde aquel día, estaba desesperado, la comida se acababa y lo único que me acompañaba era mi reloj y algunos asquerosos insectos que sólo podía ver durante las pocas horas que una diminuta luz llegaba hasta ese sitio. Solía tenerle algo de miedo a la oscuridad, pero después de esta experiencia de vivir en penumbra me había hecho vulnerable. No sabía donde estaba, no recordaba como había llegado ahí, y tampoco estaba seguro si iba a poder responder estas preguntas. Todos los días, apenas pasado el mediodía se escuchaban unos ruidos extraños en la superficie, podían ser animales, personas, el viento, o cualquier otro factor de la naturaleza, pero mi conciencia me convenció de que eran voces. Era terrible la locura que me agarraba cuando los sentía, golpeaba todo lo que tenía a mi alcance, gritaba lo más fuerte que podía, intentaba hacer ruido, pero en el estado que me encontraba no lograba demasiado. Los días en que el cielo estaba nublado y la pequeña luz que solía entrar no me dejaba ver mi reloj, reconocía el mediodía por los ruidos, nunca sabré si estaba en lo cierto, pero me auto convencía.